Operación

La primera vez que encienda la chimenea “Cálidah”, hágalo en la mañana y manténgala encendida por varias horas hasta que deje de despedir olores, dejando ventanas y puertas abiertas para que el olor de pintura y aceites se disipen al exterior. Estos olores son de esperar y se emitirán solo la primera vez que la encienda. Haga un fuego pequeño para dar oportunidad de que el metal se “acomode”; evite cargar la chimenea con mucha leña hasta que esta se haya calentado; unos 30 minutos después de haber empezado el fuego.

Para empezar el fuego, coloque un poco de ocote sobre unas ramitas o un poco de papel en el piso de ladrillo refractario, añadiendo primero ramitas delgadas o leñitos delgaditos, luego ramas o leños más gruesos hasta terminar con uno o dos leños de tamaño grande. Encienda el ocote o papel y entrecierre la puerta asegurándose de que el control del suministro del aire esté completamente abierto. Ya encendidos los leños medianos, cierre la puerta. Una vez que los leños grandes hayan encendido bien, unos 20-30 minutos, puede usted empezar a cerrar el control de suministro del aire para prolongar el quemado de los leños. Añada más leños grandes una vez que los que haya puesto anteriormente se hayan convertido en brazas, teniendo cuidado de ponerlos diagonalmente o en sentido adelante-atrás (no transversalmente) para que el aire de la combustión fluya libremente dentro de la cámara. Cada vez que añada leña abra totalmente el control de aire hasta que los nuevos leños hayan encendido bien y hayan vaporizado /quemado las resinas de la leña, unos 15 minutos y luego ya puede otra vez cerrar el suministro del aire un poco.

No deje que las cenizas que se va creando dentro de la cámara de combustión se acumulen en contra de la entrada inferior interna de aire (ver figura 3 letra “B”). Limpie la cámara utilizando el balde de metal y la cuchara que se proporcionaron al comprar su chimenea “Cálidah” cada vez que sea necesario, dependiendo del uso que se le dé. Deje las cenizas en el balde de metal hasta estar con la seguridad de que si recogieron brazas todavía encendidas, estas ya se hayan apagado antes de tirar a la basura.

No use líquidos flamables (gasolina, aguarrás, etc.) para iniciar su fuego.

No use madera con barnices, pinturas, etc. o queme basura u otros materiales que no sean leña seca. Estos pueden traer substancias corrosivas que pueden dañar el metal de la chimenea o del tiro.

No use leña verde o mojada. La humedad contenida en la leña usa calor para ser evaporada, calor que se deja de aprovechar para calentar la casa, además de que esta humedad se combina con los gases que sí se pudieran quemar, permitiendo que se escapen sin quemarse, formando una substancia, que se condensa en las paredes más frías del tiro, llamada creosota. La creosota es flamable, pudiendo ocacionar un fuego intenso dentro del tiro que lo pudiera dañar si dura por mucho tiempo. Si esto ocurriera, cierre inmediatamente el control del aire completamente y asegúrese de que la puerta esté cerrada. Espere a que el fuego dentro del tiro se apague solo.

Si usa termómetro. Colóquelo en el tubo/tiro a unos 20 cms. arriba de la placa superior de la chimenea, tratando de que cuando esté encendida, la temperatura esté entre los 100 y los 300 grados centígrados. Abajo de los 100 grados C. se crea creosota, arriba de los 300 grados C. se desperdicia calor y/o leña.

Para que la leña esté seca debe ser cortada y rajada por lo menos de seis a ocho meses antes de ser utilizada, estando expuesta al sol y a corrientes de aire, y debe protegerse de la lluvia. Si a la hora de quemar la leña esta burbujea en las puntas o hace ruido, es señal de que todavía está verde.

No use la chimenea con la puerta abierta continuamente. Solo se recomienda que se deje la puerta entreabierta cuando el fuego está empezando para dar extra oxígeno y dar oportunidad a que la leña encienda.

No encienda su chimenea “Cálidah” si los ladrillos refractarios que cubren la cámara de combustión no están en su lugar o no están enteros. NOTA: si los ladrillos están rajados esto no importa, con tal de que estén en su lugar. Para evitar que estos se rompan o rajen, no arroje la leña dentro de la chimenea con fuerza. Para introducirlos use guantes apropiados.